EL ORIGEN
Diseños, ideas, ganas de crear… Intenciones que buscan dar forma a metales preciosos y gemas con tal de unirlas en una nueva firma de alta joyería.
“Lo clásico y lo moderno. El perfecto equilibrio de la joyería del s.XXI. Influencias del pasado, trazos del presente y pinceladas del futuro de este modelo de artesanía atemporal.”
SLOVINSKY recupera la pasión de una generación anterior por la belleza estética que transmiten las joyas con personalidad propia. De una pequeña joyería familiar muchos años atrás, ahora surge esta firma situada entre Barcelona e Ibiza de la mano de Anna Slovinsky, joyera y clavadora certificada cuyo trabajo aúna estilo y tradición, adaptándose a una visión renovada y actual.
LA MANO

¿Quién hay detrás?
Anna Slovinsky es la fundadora y directora de esta pequeña gran familia. Con la creatividad siempre presente en su formación, desarrolla sus estudios superiores como Ingeniera en Diseño Industrial en la escuela ELISAVA de Barcelona y recibe influencias directas del diseño de producto, la arquitectura y el interiorismo adquiridas posteriormente en el estudio Lázaro Rosa Violán. Con todas estas experiencias, decide canalizar su necesidad de crear y construir a través de un arte tan especial como es la joyería. A partir de esta idea, centra sus esfuerzos en formarse como joyera profesional y clavadora en la escuela de Joyería JORGC (Joyeros, Orfebres, Relojeros y Gemólogos de Cataluña).
“Carácter y personalidad para lograr crear piezas con alma.”
Una ilusión que se convirtió en proyecto y que ha tomado forma para continuar dando valor a piezas de calidad que destellan con carácter propio. Un modo de vida basado en la importancia del papel que juegan la autenticidad y el compromiso en un arte eterno.

LA BASE


LA BASE
'Nuestro proceso artesanal'
Cada pieza es un mundo. Detrás de cada joya se esconden un sinfín de procesos a cuál más importante, desde el primer boceto de la joya, el entendimiento y estudio de cómo realizarla, pasando por el fundido del material y su posterior trabajo manual y hasta la entrega final de la pieza con todas las garantías que caracterizan a SLOVINSKY.
Todos los diseños nacen de un trabajo en equipo cuidado y minucioso donde la artesanía es uno de nuestros emblemas, por eso lo trabajamos todo a mano, dándole así total autenticidad y calidad al producto.
Para conseguir los resultados deseados se combinan las técnicas más tradicionales con los procesos más innovadores, a fin de poder garantizar una pieza con los niveles de calidad marcados por la firma. Desde el fundido en crisoles al diseño por modelado 3D, la capacidad de trabajar con diferentes técnicas permite visualizar las piezas desde una perspectiva más amplia.
“Porque de un proceso artesanal no resultan dos piezas iguales.Porque vivimos cada momento que trabajamos con nuestras manos.Porque eso lo hace auténtico, especial y exclusivo.
LA MATERIA
El diseño de una joya es importante para que consiga evocar las mismas sensaciones desde el primer momento y se conviertan en algo imperecedero. Igual de importante es la elección correcta de los materiales y gemas que formarán parte.
En SLOVINSKY trabajamos únicamente con metales nobles: Oro de 18K, amarillo, blanco u rosa, son los principales elementos con los que damos forma a los diseños que materializamos en nuestro taller. De manera ocasional, la plata de ley es la base sobre la que creamos algunas piezas. Para garantizar un trabajo con la máxima eficacia de los materiales que usamos, aprovechamos parte de las mermas metálicas que se producen durante el proceso artesanal para crear otros componentes.
“Sensaciones que,
se convierten en algo imperecedero."
“Sensaciones que, desde el primer momento,
se convierten en algo imperecedero."

“Respetamos el medio ambiente y los ciclos de vida de los elementos”

Con esta misma idea escogemos las gemas que usamos en nuestro taller, trabajando únicamente con aquellas que alcanzan los niveles de calidad. Colaboramos de manera habitual con gemólogos certificados para conseguir ejemplares especiales.
LAS 4Cs
Si la artesanía forma parte de nuestra base y la materia es uno de los pilares de nuestro trabajo, la calidad de los diamantes que usamos es otro de los grandes protagonistas de SLOVINSKY. Nuestro aprecio por estas piedras preciosas nos impulsa a compartir las ‘4 C’ con las que se clasifican y que os detallamos en cada pieza en la que aparecen.
Color. Muchos lo desconocen pero no todos los diamantes son incoloros. Amarillos, marrones, negros… El color se cataloga con las letras del abecedario desde la ‘D’, totalmente incoloro, hasta la ‘Z’, color ‘Fancy’.
Pureza. La cantidad de imperfecciones internas y externas presentes condicionan este aspecto de los diamantes, contribuyendo a que sea más o menos impecable a la vista. La pureza tiene diez niveles de calidad. Cuantas menos inclusiones, más valor tendrá el diamante.
Talla. La talla es la forma geométrica que se da a una gema para resaltar sus propiedades ópticas. Desde la clásica talla Brillante a otras de tipo Princesa, Trilliant o Esmeralda, entre otras. El objetivo de la talla busca potenciar su capacidad de transmisión y reflejo de la luz y así conseguir el máximo brillo.
Peso. El quilate (ct) es la unidad de peso de los diamantes con una equivalencia de 1ct= 0,20g. No hay que medir siempre el valor de un diamante por su peso ya que ha de ir en sintonía con la pieza en la que se engasta. Aún así, un diamante puede llegar a ser un gran protagonista en solitario.
EL CAMINO
0. Detenerse, respirar y pensar. Un ritual que nos tomamos muy en serio cuando queremos empezar a diseñar cualquier pieza, bien sea un proyecto propio o un encargo personalizado.
1. Dibujar, bajar a tierra y elegir. Hay que darle forma a las ideas que han surgido e intentar plasmarlas antes de buscar y trabajar los materiales. Tras este estudio, la elección de las gemas y los metales pueden ser decisivos en los diseños de cada pieza. Un paso fácil en apariencia pero que esconde mucha parte del arte del joyero.
2. El trabajo manual. Desde el fundido al pulido final de la pieza, se pasan por procesos como limado, esmerilado y clavado de las gemas seleccionadas cuidadosamente de manera previa. Plata, oro amarillo, oro blanco… Cada material necesita de una atención especial que hay que cuidar al trabajarlo.
3. Valorar el resultado. Una pieza SLOVINSKY ha de ser duradera y sus cualidades han de estar en perfecto estado desde el primer momento. Es por eso que, al terminar cada pieza, se revisa detenidamente en busca de la mínima imperfección con tal de conseguir el mejor resultado.
4. La entrega. Llega el momento más esperado: la ilusión de ver la reacción de quién ha depositado su confianza en nuestro trabajo. Empaquetadas de manera cuidadosa y llena de detalles, las piezas son protegidas para que no puedan dañarse hasta llegar a su destino.
En SLOVINSKY trabajamos los materiales que se obtienen de la naturaleza de forma que les extraemos todo su potencial. Toda una gama de colores y tonalidades que surgen de la tierra, cuyo lazo reforzamos en algo tan importante como nuestro packaging.
“Toda una gama de colores y tonalidades que surgen de la tierra”
Un empaque personalizado con nuestra firma, perfecto para acomodar cada diseño con el mayor cuidado y conseguir que su apertura sea una experiencia única en cada ocasión. Una combinación del color negro con el ‘terracota’ como colores básicos: la sensación de volver a extraer de la tierra aquella joya que nos ha estado esperando.



Una joya, un deseo. Una imagen, una sensación. Algo que se ha de transmitir con la sola mirada de una fotografía.
“Nuestra perspectiva del octavo arte”
En SLOVINSKY le damos un papel de gran relevancia al ‘octavo arte’ y lo tratamos con mucho cariño en nuestro día a día. Usamos tres tipos de formato para retratar cada una de las piezas y a aquellas personas que forman parte de nuestras sesiones: la película de una cámara analógica, la instantánea de una Polaroid o a través de la fotografía digital.
A través de estos medios retratamos todo el proceso de creación de una joya: los trazos plasmados en una hoja de papel, los destellos que surgen al trabajar el metal, así como cada detalle que forma parte de la presentación.
